La masturbación masculina, durante años estigmatizada por mitos y prejuicios, está siendo reivindicada como una práctica saludable y terapéutica, gracias a un estudio internacional liderado por el Dr. Jordi Postius, especialista en Urología y Andrología.

Este innovador estudio, desarrollado junto a la multinacional Fleshlight International, demuestra que la masturbación no solo no causa disfunción eréctil, sino que puede mejorar patologías sexuales comunes como la eyaculación precoz, la fibrosis peneana (enfermedad de Peyronie), o la sensibilidad disminuida.
El Dr. Postius, miembro de la Sociedad Española de Urología y de la Asociación Europea de Urología, ha atendido a más de 300.000 pacientes y ha realizado más de 28.000 intervenciones quirúrgicas. Su experiencia lo posiciona como una voz autorizada en el campo de la salud sexual masculina.
“La masturbación puede formar parte de un tratamiento médico efectivo”, afirma el doctor. “No hay evidencias de que dañe la sexualidad ni la salud mental. Al contrario, contribuye a liberar endorfinas y mejorar el bienestar psicológico”.
Entre los dispositivos recomendados se encuentran modelos como Pink Lady Original, Stamina Training Unit o Pink Lady Vortex, diseñados con texturas variadas que estimulan la autoexploración y ayudan a normalizar la experiencia sexual en pacientes con inseguridades o patologías específicas.
Además, los resultados muestran que durante la masturbación, una erección débil puede actuar como un marcador temprano de enfermedades vasculares o disfunción eréctil, permitiendo un diagnóstico más certero en la consulta urológica.
El estudio también desmiente otro mito habitual: la masturbación no disminuye los niveles de testosterona ni afecta negativamente al rendimiento deportivo. Aunque se ha observado que la abstinencia puede generar un leve aumento transitorio de testosterona, esto no impacta en la musculatura ni en el rendimiento físico.
Para una salud sexual óptima, el Dr. Postius recomienda incorporar una alimentación rica en zinc, selenio, vitaminas D y E, y antioxidantes naturales como el té verde, así como evitar el tabaco, el alcohol y el exceso de calor testicular.
Este estudio marca un antes y un después en la forma de abordar la salud sexual masculina, alejándose de tabúes y acercando soluciones clínicas reales a través de la ciencia, el autoconocimiento y la medicina integrativa.